CUANDO EL ORGULLO PUEDE MÁS QUE EL AMOR

¿Puede el amor ser más fuerte que el orgullo? Para alguna personas si, para otras no. Muchas personas fantasean con amar y ser amadas. Estas piensan que harían cualquier cosa por amor, hasta que la vida los pone en una situación donde deben escoger entre el amor y su orgullo.

Cuando estamos solteros y solteras podemos tener muchas fantasías románticas. Podemos imaginar que esta persona que encaja con nuestras fantasías aparece y se enamora de nosotros, y nosotros de ella. Lo podemos soñar física, emocional, social y económicamente tal como desearíamos que fuera. ¿Pero qué ocurriría si llega alguien que nos agrada, nos hace sentir bien, con quien tenemos buena química en el sexo, pero no es cómo lo habíamos imaginado? ¿Qué pasará si nos gusta mucho pero es considerablemente menos educado que nosotros, o es de un sector de la ciudad con mala reputación, o resulta que es realmente muy pobre, o inclusive muy negrito, algo que no debiese importar pero sigue siendo importante para algunas personas?

Puedes pensar que estas cosas no te pasarían porque definitivamente no te fijarías, y menos aún te liarías con alguien que sea tan diferente a ti. Pero créeme, aunque no es la norma, estas cosas sí pueden pasar porque en amor nada está escrito. Basta con un tropezón, una mirada especial, una frase o un gesto y sin darte cuanta quedas prendado de esa persona.

Así que, ¿A qué responderías en una situación así?, ¿A quién le serías fiel, a tu corazón o a tu orgullo? Como señalamos al comienzo para algunas personas la situación y posición social serán los criterios más importantes. Estas, con toda probabilidad no se permitirían entran en una relación de este tipo, aunque por el restos de sus vidas permanezcan fantaseando con el amor que no pudo ser. Probablemente se refugiaran en sus autos, sus posiciones, en los viajes de compras intentando llenar un vacío emocional. En esas instancias el orgullo fue más poderoso que el amor.

Pero si por el contrario decides ser fiel a tu corazón nada garantizará que la relación será exitosa. Con toda probabilidad les esperará un camino arduo donde tendrán que sortear las grandes diferencias que los separan. Pero si realmente se aman y se desean, puede ser también un camino muy divertido.

Para aquellos y aquellas que piensan que estas cosas no ocurren en la vida real les queremos compartir la historia de Eduardo VIII, Rey del Reino Unido y los dominios de la Mancomunidad Británica y Emperador de la India desde el 20 de enero de 1936, hasta el 11 de diciembre de ese mismo año. Su reinado fue corto porque le propuso matrimonio a una mujer estadounidense llamada Wallis Simpson, divorciada en dos ocasiones. Los ministros, la iglesia y su familia se opusieron al matrimonio y el Rey, en lugar de negarse al amor, decidió abdicar el trono. La historia es reconocida como una de las grandes historias de amor de los tiempos modernos.

Para nosotros es uno de los mejores ejemplos de cuando el amor puede más que el orgullo.

Foto de la boda de Eduardo VIII y Wallis Simpson

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