¿CÓMO SABER SI ESTAS EN UNA RELACIÓN TÓXICA?
Con muy pocas excepciones los humanos
buscamos estar física y emocionalmente cerca de otras personas. La vida puede
parecer más fácil y llevadera cuando es compartida. Pero a la misma vez no
existe un área de actividad humana que enfrente más retos y dificultades que
nuestras relaciones con otros. Las relaciones, como muchas otras cosas en la
vida, valen la pena pero requieren esfuerzo.
Podemos pensarlo de esta manera: aún las
buenas relaciones requieren trabajo. Después de todo, esas personas
significativas, nuestros amigos cercanos, aún nuestros padres no son perfectos.
Para poder relacionarnos de forma armoniosa con ellos y ellas debemos aprender
a acomodarnos a sus peculiaridades, a sus fallas, a sus estados de ánimo; así
como ellos y ellas tienen que hacerlo con nosotros. Pero vale la pena.
Algunas relaciones, sin embargo,
son más difíciles y requieren más trabajo de nuestra parte. Dado que somos
diferentes, algunos individuos tendrán más dificultades, más desacuerdos. Pero
como valoramos estas relaciones estamos dispuestos a esforzarnos para
mantenerlas.
Entonces están las relaciones tóxicas.
Estas relaciones han mutado hacía algo que tiene el potencial para ser
extremadamente dañino para nosotros, si no son corregidas. Estas relaciones no
son necesariamente dañadas de forma permanente, pero requerirán mucho trabajo
difícil si es que deseamos que se tornen en algo saludable. La paradoja en las
mismas es que si realmente interesamos intentar transformar una relación tóxica
en una saludable tenemos que estar dispuestos a dejarlas. Sobre esto
explicaremos más adelante.
¿Qué es una relación tóxica?
Una relación tóxica se caracteriza por
conductas que son emocional y físicamente dañinas para la pareja. Una relación
saludable contribuye al desarrollo de nuestra autoestima, a tener mayor energía
emocional; una relación tóxica daña nuestra autoestima y nos drena de energía.
Una relación saludable envuelve el cuidado, respeto y compasión. Incluye además
interés en el desarrollo y bienestar de nuestra pareja, la habilidad para
compartir el control y la toma de decisiones. En resumen, una relación
saludable implica un deseo compartido por la felicidad de ambos en la pareja.
En contraposición, una relación tóxica
no es un sitio seguro para estar. Una relación tóxica se caracteriza por
inseguridad, control, dominio e intereses centrados en uno mismo o misma; es
disfuncional y nos arriesgamos al permanecer en ella.
Pero en toda relación de pareja hay dos
partes. Por esto si bien podemos mirar a las conductas de la parte tóxica,
también debemos mirar a la parte que recibe la toxicidad. Debemos preguntarnos
¿Por qué un adulto saludable escoge permanecer en una relación que
eventualmente puede dañarle física y emocionalmente?
Podemos decir que todas las relaciones
tienen el potencial de pasar por periodos en que una de las partes, o ambas,
lleguen a exhibir conductas tóxicas. Pero la disfuncionalidad es la norma en
las relaciones tóxicas. La parte tóxica de la pareja se envuelve en conductas
inapropiadas de control y manipulación la mayor parte del tiempo. Irónicamente,
para quien observa desde afuera, la parte tóxica de la pareja se puede
comportar de forma ejemplar.
Un sujeto tóxico se comporta de esta
manera principalmente por una razón: él o ella necesita estar en completo
control y necesita tener todo el poder en su relación. Compartir el poder no es
parte de una relación tóxica. Las luchas de poder pueden ser parte normal de
una relación particularmente en sus primeras etapas. Pero en las relaciones
tóxicas una parte insiste en tener todo el control. Es importante mantener
claro que los métodos utilizados por tales individuos para controlar su pareja
pueden no ser aparentes, aún para la pareja misma. Al principio se pueden
confundir con interés en proteger a la pareja.
Veamos algunos ejemplos de parejas
tóxicas
La pareja tóxica que utiliza el minimizarte y humillarte para
controlarte
Este tipo de sujeto tóxico estará
constantemente buscando minimizarte. Él o ella hará bromas de ti, implicando
que casi todo lo que digas que exprese tus ideas, creencias o deseos es tonto o
estúpido. Una pareja tóxica no dudará en minimizarte en público, frente a tus
amigos o familia. Inclusive puedes haberle solicitado que detenga esta
conducta, pero continuará, en ocasiones disfrazando la misma implicando que era
una broma. El problema es que no son bromas. Desafortunadamente, si toleras
estas conductas por mucho tiempo puede que eventualmente comiences a creer que
no eres capaz de tomar decisiones.
Este tipo de sujeto tóxico te dirá con
frecuencia que eres afortunado(a) de tenerle como pareja, que ningún otro
hombre o mujer te querría de verdad, Su meta es mantener tu autoestima tan baja
como le sea posible de modo que no puedas retar su control absoluto de la
relación.
La Pareja Tóxica que utiliza el mal humor para controlarte
En ocasiones una parte de la pareja deja
de intentar argumentar o entrar en desacuerdos con la otra parte porque este o
esta se molesta tanto, o pierde el control, que dejan de interaccionar por
largos periodos. Controlar por medio de la intimidación es una conducta clásica
de las parejas tóxicas.
Con regularidad estas personas tienen un
temperamento impredecible. Sus parejas nunca saben que los enviara a un estado
de coraje. Esta necesidad constante de estar en vigilancia y la falta de habilidad
para saber que los disparará en un estallido de ira los agota tanto física como
emocionalmente
Una vez más, este tipo abusivo de pareja
rara vez muestra este lado al mundo exterior. Él o ella son con frecuentemente
visualizados como personas tranquilas, de fácil manejo, tanto así que cae bien
a casi todo el mundo. De igual manera si se intenta confrontar a la persona
tóxica sobre lo inapropiado de su coraje con toda probabilidad te culpará de
sus explosiones. De alguna manera es tu culpa que grite.
La pareja tóxica que utiliza la culpa para controlarte
Una relación tóxica puede desarrollarse
no solo en una relación de pareja, pero también entre amigos o entre padres y
sus hijos adultos. El control en estas relaciones se ejerce por medio de
inducir culpa en la “víctima”. El o la que induce culpa controla por medio de
promover el que te sientas culpable cada vez que haces algo que no le gusta. No
es extraño que envuelvan a otras personas para que coincidan con su sentimiento
de desilusión o de sentirse herido(a). Por ejemplo, tu padre puede llamar para
decirte cuan desilusionada está tu madre porque no fuiste a comer el domingo
con ellos.
Los que inducen culpa no solo controlan
por medio de inducir culpa pero también por medio de remover la culpa si al
final terminas haciendo lo que ellos desean que hagas.
La pareja tóxica que sobreactúa
para controlarte
Esta es la pareja a quien intentas
decirle que no eres feliz, que estas herido(a), o molesta(o) sobre algo que él
o ella ha hecho, y sin darte cuenta como finalizas teniendo que ayudarle a manejar
su infelicidad, heridas o coraje por lo que has dicho. Finalizas consolándole
en lugar de que se te consuele a ti. Aún peor, te sientes mal sobre lo que has
hecho por ser tan “egoísta” de haber traído algo que incomodo tanto a tu
pareja. No es necesario decir que tu preocupación inicial, molestia, o
incomodidad finaliza pérdida, y al final terminas sintiendo remordimiento mientras
te encargas de manejar lo que tu pareja siente.
La pareja tóxica que se hace dependiente para controlarte
Extraño como puede sonar un método
tóxico de control es que tu pareja sea tan pasiva que tú tienes que tomar casi
todas las decisiones por ambos. Estos controladores tóxicos quieren que tu
tomes todas las decisiones por ellos, desde a que sitio saldrán a comer hasta
si deben comprar otro auto o no. No decidir es una decisión que tiene la
ventaja de hacer que otra persona, en este caso tu, sea responsable por los
resultados de la decisión. Eventualmente si has hecho “una decisión equivocada”
te lo dejará saber por medio de su conducta “pasivo agresiva” mostrándote cuan
molesta está, o dejando de hablarte porque escogiste una película o restaurante
que no disfrutó. O decidiste ir a pasar el fin de semana con tus padres y tu
pareja va pero no habla con nadie en esos dos días.
La pasividad puede ser una forma
extremadamente poderosa de control. Si estas en una relación con un o una
controlador(a) pasivo(a) probablemente experimentaras ansiedad constante y/o
fatiga, mientras te preocupas por el efecto de tus decisiones en tu pareja;
además te drena el tener que tomar virtualmente todas las decisiones.
La pareja tóxica que utiliza su independencia para controlarte
Estos son los sujetos que disfrazan su
conducta tóxica de control por medio de afirmar su independencia. Su estribillo
es: “no voy a permitir que nadie me controle”. La manera que tienen estas
personas para ejercer el control es por medio de mantenerte en la incertidumbre de que harán. Dirán que te
van a llamar, que te ayudarán a limpiar, que harán tal cosa, pero no lo harán.
Siempre se presenta algo, o pasa algo. Regularmente tienen una explicación que
suena razonable, pero simplemente no mantienen sus compromisos. Como resultado
te controlan haciendo casi imposible que hagas planes o compromisos.
Lo que resulta aún más estresante es que
estos sujetos tóxicos no te hacen sentir seguro(a) en tu relación. No es
simplemente su conducta la que es impredecible; tú nunca tendrás certeza de que
están emocionalmente comprometidos contigo, de que tú y la relación son
prioridades en su vida. Te encontraras con regularidad buscando reafirmaciones
de parte de él o ella, que si te encuentran atractivo(a), que si te aman. Sus
respuestas serán regularmente lo suficientemente vagas para mantenerte en la
duda. Estas respuestas están diseñadas para mantenerte haciendo lo que ellos
desean que hagas para “ganar” su compromiso. La ansiedad que puedes llegar a
experimentar en este tipo de relaciones puede consumir tu salud física y
emocional.
Las parejas tóxicas que te usan
Estas pueden parecer al principio de la
relación muy agradables, corteses, y dispuestos a complacerte. Y lo serán,
siempre y cuando obtengan todo lo que quieren de ti. Lo que define las relaciones
con personas tóxicas que te utilizan es que las mismas funcionan en una sola
dirección; y el hecho de que sentirás que nunca has hecho suficiente por ellos.
Estos en realidad son personas que te drenan tu energía y te abandonaran si
encuentra otra persona que haga más por ellos o ellas de lo que haces tú.
Estas personas que te utilizan puede que
hagan pequeñas cosas por ti, usualmente algo que no les cree mucho
inconveniente, o que no cueste mucho. Pero ten cautela, no te han obsequiado,
solo te están amarrando. Si en algún momento protestas por tener que hacer
algo, o por hacer algo como desean, inmediatamente traerán a discusión lo que
sea que hicieron y te inducirán culpa.
Estar en una relación con un sujeto de
estos es como pagar $1000 por una barra de dulce. Realmente no obtienes mucho
por tu inversión.
La pareja tóxica posesiva y controladora
Este tipo de pareja es realmente malas
noticias. Al comienzo de la relación pudieses llegar a apreciar sus celos,
particularmente si no son muy controladores. Pero estos sujetos se tronaran más
y más controladores según vaya pasando el tiempo. Ellos pueden llegar a cotejar
el odómetro de tu auto para cerciorarse de que no fuiste a sitios que no debías
ir, te interrogaran si tienes que quedarte tarde en el trabajo, en resumen, te harán
la vida miserable. Con el tiempo trabajarán para eliminar cualquier relación
significativa que tengas con amistades, e inclusive con familia. Estas personas
no se ven en una relación contigo, ellos o ellas te poseen.
Los intentos que puedas realizar para asegurar
a una pareja tóxica posesiva sobre tu fidelidad y compromiso serán en vano. Si
permaneces en una relación con tales sujetos dejaras de tener una vida propia.
Aspectos a Considerar
Es importante tener claro que los
niveles de toxicidad de los sujetos arriba descritos pueden variar. Puedes experimentar
algunos, o en ocasiones todos en tus relaciones. Pero la palabra clave es en
ocasiones. En las relaciones tóxicas estas conductas son la norma, no las excepciones.
La mayoría de nosotros podemos ser manipuladores en ocasiones, jugar a sentirnos
desolados, inducir algo de culpa, etc. No somos perfectos, ni lo son nuestras
relaciones. Lo que diferencia las relaciones tóxicas es tanto la severidad de
estas conductas así como la frecuencia con que ocurren.
Pero también es importante tener claro
que tanto las personas tóxicas como las que hemos llamado “víctimas” que
reciben el impacto de estas responden a las mismas causas: pobre autoestima
cimentada sobre inseguridad. Las personas tóxicas se comportan así porque a
cierto nivel no creen que pueden ser amados, o/y que
nadie querrá realmente ayudarle con sus necesidades. Sus parejas permanecen con
sujetos tóxicos porque de igual forma no piensan que pueden ser amados y que
nadie estará dispuesto(a) a satisfacer sus necesidades.
La gran trampa en estas relaciones es
que si en verdad deseas que la relación con una persona tóxica mejore tienes
que estar dispuesto(a) a dejar la relación si no mejora. Si no estás dispuesto
a dejar la relación, entonces tienes muy poco poder para hacer algo. Tu pareja
tóxica sabrá que en última instancia, independientemente de lo que haga, no le
dejaras.
Así que antes de intentar confrontar a
una pareja tóxica, asegúrate de que tu autoestima y autoconfianza están los
suficientemente bien para saber que estarás muy bien si ellos o ellas deciden
terminar la relación contigo, o si tu terminas finalizándola. Si no logras encontrar
esa confianza sugerimos que busques ayuda profesional o un grupo de auto ayuda
para personas co dependientes.
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